A fin de vivir Euskaldun y Euskalsendun, y para reflexionar en qué consiste en Euskal Sena, existen fechas especiales. Propón las tuyas en los comentarios.

Del 20 al 23 de diciembre, durante el solsticio de invierno, para reflexionar sobre el fundamento de la vida. La noche más larga del año y, por lo tanto, que tendría que ver con la reflexión sobre la introversión, la luna, el Vacío y Adur, el principio pasivo-creativo de la vida. Los ancestros lo celebrarían seguramente en sitios como los crómlech.

Nochevieja (la noche) y Año Nuevo (el día), para celebrar la vida y el agua. En la última noche del año viejo y en el umbral del año nuevo, en Navarra se ha conservado la costumbre de ‘ur goiena, ur barrena‘, que seguramente tiene relación con la antigua cosmovisión vasca. Tan pronto como suenan las doce, los miembros de la familia llenan con agua de la fuente una jarra y beben de ella, diciendo «ur goiena, ur barrena«, «agua que viene de arriba, agua que va adentro», a fin de desear un próspero año nuevo. De acuerdo a todos los indicios, en euskara, ‘urte‘, ‘año’, es ‘ur-te‘, ‘agua-da’, puesto que la vida tiene como fuente el agua, y porque las estaciones del año son acordes al agua.

A principios de noviembre, comida o cena popular de castañas. Se celebraba en el caserío, recogiendo castañas en trabajo comunal y comiéndolas asadas al atardecer a modo de merienda-cena, concluyendo al son del tamboril, el baile y los versos. Indicaba el final del año de abundancia, previo al nuevo ciclo de vida, es decir, se trataba de un gesto de gracias a la Madre Tierra por los alimentos recibidos: «Elur Melur, ez nauk hire beldur etxian badiagu nahiko arto, (gaztain) eta egur», «nieve, no te tengo miedo porque en casa tenemos suficiente maíz, (castañas) y madera».

Del 20 al 22 de junio, durante el solsticio de verano, a fin de insuflar la iniciativa en la vida. El día más largo del año y, por lo tanto, que tendría que ver con la reflexión sobre la extroversión, el sol, e Indar, el principio activo-coadyuvante de la vida, siendo nuestro lado masculino y proactivo. Los ancestros lo celebrarían seguramente, como hoy en día, alrededor de las hogueras de cada lugar.